Marina Tellme

Inspirada en un recuerdo de la infancia.
Tenía 9 años. Estaba visitando Notre Dame, en París y una mujer caminaba por el interior de la gran catedral con una rata sobre el hombro.
La mujer se percató de mi descaro y me miró directa a los ojos, quizás esperando un gesto de asco, de asombro o repulsión… pero en mí solo halló comprensión y admiración.
Me sonrió sutilmente, como haría La Gioconda y continuó su camino, perdiéndose entre las columnas.

Su imagen se me quedó grabada para siempre y el poder dibujarla y reconocerla en el papel fue un pequeño homenaje a su memoria.

Es curioso que no recuerde a Los Santos, a las deidades, las famosas vidrieras, los detalles en piedra o las velas de Notre Dame pero recuerde a mi querida Lady Rat.

Inspired by a childhood memory.
I was 9 years old. I was visiting Notre Dame in Paris and a woman was walking inside the great cathedral with a rat on her shoulder.
The woman noticed my impudence and looked me straight in the eyes, perhaps expecting a gesture of disgust, astonishment or revulsion ... 
but in me she only found understanding and admiration.
He smiled subtly at me, as La Gioconda would do, 
and continued on his way, losing himself between the columns.

His image stayed with me forever and being able to draw and recognize it on paper was a small tribute to his memory.

It is curious that you do not remember the deities, the famous stained glass windows, the stone details or the candles of Notre Dame but remember my dear Lady Rat.